Uno de los grandes objetivos del proyecto era aprovechar al máximo el espacio y lograr que todo estuviese oculto a la vista.
Un aspecto curioso en este reformado apartamento, ubicado en un céntrico edificio de los años 60, es que se ha eliminado la tabiquería existente. La casa se ha organizado mediante paneles: pivotantes y correderos, que esconden estanterías, armarios y enchufes.
En este proyecto de alta exigencia, todos los pilares se han ocultado. El reto fue esconder herrajes y bisagras, para que diseño y funcionalidad se integraran. Cada rincón está pensado al detalle y se han utilizado acabados de alta calidad.
El resultado es una vivienda elegante y limpia, con una gran sensación de amplitud.
20 enero, 2016