Características del interiorismo industrial
Este estilo de diseño de interiores se caracteriza, principalmente, por exponer las estructuras originales (vigas, cañerías, tuberías, ladrillos, columnas, techos…) y por utilizar materiales urbanos como el cemento, ladrillo, el aluminio o el hierro oxidado, habitualmente utilizados en crudo, sin pintura.
Los colores, en general, suelen ser sobrios. En este estilo no se busca ser pretencioso con los colores: son un elemento más y no deben distraer. Por ello, suelen usarse muchas veces el negro y el blanco, tonalidades de gris o paletas de colores terrosos (beige, tierra, bronce). ¿Cómo dar ese toque de calidez visual si no es a través de los colores? Por ejemplo, aportando elementos que destaquen materiales textiles rústicos y naturales como el lino o algodón, que suelen ser muy recurrentes en el estilo industrial de interiores.
Otra de las características que tiene este diseño urbano, es la iluminación de fábrica, es decir, con las típicas lámparas colgantes de techo y que proporcionan una iluminación cálida. Así como la utilización de piezas industriales únicas, muchas veces recuperadas de antiguas fábricas o de mercadillos, para darles un segundo uso y que permite tener una decoración con materiales reciclados.
Y, todo ello, enmarcado dentro de un espacio diáfano o construcciones de estilo loft, que nos recuerda a las antiguas naves industriales, donde el espacio es amplio, sin demasiados obstáculos y paredes para dividir las estancias.